
Bocos de Duero es una localidad del este de la comarca del Campo de Peñafiel. Su emplazamiento se sitúa en la desembocadura del arroyo que discurre por el Valle del Cuco y su ubicación es protegida por dos grandes montañas que se alzan en el entorno del Valle del Duero. Posee en la actualidad una población de unos ochenta habitantes censados.
Su origen es medieval y perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Curiel de Duero. La fuente principal de riqueza es el cultivo del campo, especialmente con un fuerte impulso del cultivo de la vid o el nogal.
La iglesia parroquial es de notable antigüedad y se encuentra bajo la advocación de Nuestra Señora de las Nieves, cuya celebración se festeja el cinco de agosto. Se trata de un templo del siglo XIII, muy austero, cubierto por bóveda de cañón apuntado. Se destaca la sacristía, cubierta por bóveda de terceletes y en las vigas que sustentan el coro se hallan pinturas pertenecientes al siglo XV. En el presbiterio se halla un retablo de estilo barroco que contiene a la imagen de la titular, una importante talla de estilo gótico que porta al niño Jesús en su regazo. El templo cuenta con otras imágenes y retablos, como el de San Miguel, la Virgen del Rosario y otras tallas, como un Cristo atado a la Columna.
El caserío preside el río Duero y en su ribera hay un importante parque y frontón, para el disfrute del estío y otras temporadas. Alrededor del río se dispone la “Senda del Duero”, un sendero a pie que constituye un importante recorrido de larga distancia en el cual puede contemplarse gran cantidad de fauna y flora autóctonas. En el término municipal se halla el Puente del Carrascal, construido en hierro para la línea de ferrocarril Valladolid-Ariza, que fue inaugurada en 1895.